USA, se dobla ante China y se sienta a negociar en privado en Suiza

La primera reunión oficial entre Estados Unidos y China desde el inicio de la guerra comercial empezó este sábado en Suiza, según indicaron fuentes chinas.
Washington y Beijing protagonizan su primer acercamiento formal desde la imposición mutua de aranceles exorbitantes, en el marco de la ofensiva comercial que Estados Unidos lanzó en abril contra el resto del mundo.
La reunión se celebra en la residencia del embajador de Suiza ante la ONU en Ginebra, una suntuosa construcción que por delante tiene un hermoso jardín, que tiene más bien la talla de un pequeño parque, mientras que detrás tiene una vista directa al lago de Ginebra, que hoy refleja los rayos de un esplendoroso sol.
El lugar de la reunión intentó mantenerse en secreto, con ambas partes que rehusaron dar cualquier detalle al respecto, pero medios suizos finalmente consiguieron confirmar que el lugar era la residencia del embajador Jürg Lauber.
Si se trataba de neutralidad, chinos y estadounidenses no pudieron encontrar mejor lugar para mantener su primer encuentro formal desde que Washington se lanzara en una guerra comercial abierta contra China, al aplicarle un arancel general de 145 por ciento (excepto para algunos artículos electrónicos) y encajar a su vez un arancel de 125 por ciento en represalia.
En la práctica, tal nivel de aranceles equivale a un embargo comercial.
La delegación estadounidense está encabezada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, mientras que por China el jefe de delegación es el viceprimer ministro He Linfeng, apoyados por sus respectivos equipos de expertos.
China ha llegado a esta reunión con datos a su favor, en particular tras conocerse este viernes que sus exportaciones aumentaron un 8 por ciento en abril, frente a una bajada del 21 por ciento que experimentó Estados Unidos ese mismo mes.
Por su parte, la base de las negociaciones para la parte americana la dictó en la víspera el propio presidente Donald Trump, al afirmar que le parece que bajar a 80 por ciento los aranceles a China sería lo “apropiado”.